Pregunté alguna vez a Constantino Carvallo lo siguiente:
- Para evaluar de manera eficaz una competencia primero debo ser riguroso con el diseño de mi instrumento y ver si éste me ayuda a cotejar el logro de la competencia ¿verdad?
- No - me respondió, y dijo algo así - vas por el camino equivocado, eso es al final, primero preocúpate si las competencias planteadas y como lo planteas son las formas pertinentes para tus estudiantes, luego verás si utilizas o NO instrumentos…
Percibo en los docentes la misma confusión que tuve hace 10 años pues la comprensión sobre cómo y cuándo evaluar por competencias es aún complicado. Es por ello que se hace necesario, ante las diversas solicitudes de formadores y docentes, sumarme a la reflexión aportando con ésta explicación simple de cómo ayudarnos a evaluar.
Lamentablemente desde el sector no existe propuestas claras – léase simples y comprensibles – . En ese marco compartiré desde mi experiencia algunos humildes consejos para encaminar por lo menos de manera general la evaluación por competencias.
Lamentablemente desde el sector no existe propuestas claras – léase simples y comprensibles – . En ese marco compartiré desde mi experiencia algunos humildes consejos para encaminar por lo menos de manera general la evaluación por competencias.
No voy a transferir instrumentos ni formulas al respecto, porque justamente de eso nos debemos desprender, sobre todo de su carácter de “importante”, además, en internet hay miles de ejemplos de instrumentos de todo nivel. Los instrumentos son accesorios y nada más, si queremos desarrollar una evaluación honesta a nuestros estudiantes y comprender el avance a nivel de competencias debemos utilizar bien nuestra capacidad de empatía hacia a ellos; del mismo modo es fundamental saber sentir “bien” lo que aprendieron y no aprendieron, todos estos aspectos son claves para visibilizar las señales que nos confirma que vamos por buen camino, nuestras “hojitas” de cotejo no basta.
Es importante potenciar nuestra capacidad de análisis para descubrir lo invisible o releer que está detrás en cada acto cotidiano del evaluado. Las competencias no solo se desarrollan en las cuatro paredes del aula, no olvidemos que nuestra misión es acompañar a nuestros evaluados en su propio descubrimiento y construcción de su saber actuar; ¿es muy difícil abordar todos esos aspectos? La respuesta es SI; por lo tanto aconsejo en primera línea evitar plantear excesivas capacidades para el tiempo y espacio que tenemos, es muy importante plantearse poco, pero es más importante cumplirlos y bien, paso a paso;en eso debemos reconocer que la RM.199-2015 simplifica bien la batería de capacidades que listaba kilométricamente el DCN.
Es importante potenciar nuestra capacidad de análisis para descubrir lo invisible o releer que está detrás en cada acto cotidiano del evaluado. Las competencias no solo se desarrollan en las cuatro paredes del aula, no olvidemos que nuestra misión es acompañar a nuestros evaluados en su propio descubrimiento y construcción de su saber actuar; ¿es muy difícil abordar todos esos aspectos? La respuesta es SI; por lo tanto aconsejo en primera línea evitar plantear excesivas capacidades para el tiempo y espacio que tenemos, es muy importante plantearse poco, pero es más importante cumplirlos y bien, paso a paso;en eso debemos reconocer que la RM.199-2015 simplifica bien la batería de capacidades que listaba kilométricamente el DCN.
PRE - REQUISITOS
No olvidemos que nuestros alumnos dicen mucho sin hablar, y muestran avances en cada comportamiento si sabemos leerlos; claro está que, también es importante saber gestionar la lluvia de aprendizajes que vuelan en distintas direcciones y en cada momento de nuestra sesión de aprendizaje; es por ello que evaluar ante tanta maravilla desprendida de las “cabecitas” de nuestros evaluados requiere que se piense acuciosamente y se organice desde la planificación las contingencias y las estrategias de aglutinamiento que permita pescar esas dispersiones naturales de saberes previos, presentes y futuristas de nuestros alumnos, pescar en una sola barca, una barca que cohesione.
Se evalúa desde la concepción de la competencia a lograr, por ello la planificación debe ser colectiva, nunca solos, pues nuestros pares tienen un poder para desprendernos de nuestros prejuicios o creencias sobre tal o cual capacidad a lograr, es mejor diseñar en colectivo pues la “multimirada” de un mismo problema ayuda a evaluar mejor los escenarios y nos ayuda a prepararnos ante la incertidumbre y la cosecha de errores – de nuestros evaluados- que serán los frutos del proceso de aprendizaje.
Para que las competencias se ensamblen poco a poco es necesario también que las sesiones de aprendizaje garanticen un proceso dinámico y ajustable tanto como para su planificación como para su implementación; de ninguna manera debe ser rígida, evitar revestimientos técnicos que complican el diálogo, no olvidemos que la sesión es como un discurrir del agua desde una loma; el agua viajará según las trochas, surcos y caminos que el alumno dispone o predispone para aprender, no dibujemos el camino, “vendamos horizontes” sin son inciertos mejor, desafiemos a nuestros alumnos si queremos evaluar competencias cruciales para su vida.
También es importante la reflexión colectiva al final de implementada nuestras sesiones de aprendizaje; evaluar lo logrado en nuestro alumnos y sistematizar las “verdades” producto de la reflexión nos harán crecer como maestros, pues replantearemos el próximo paso y recogeremos elementos vitales de lo logrado para hilvanar la siguiente sesión de aprendizaje; hasta entonces la competencia aún esta construcción, siempre está en construcción, no olvidemos eso nunca.
Es por eso que nuestras sesiones de aprendizaje deben tener secuencialidad y deben estar conectados entre ellas, cada parte consolida ciertas o partes de algunas capacidades y que nos ayuda a construir un todo o competencia a lograr.
PROCESO DE EVALUACIÓN
Teniendo claro éste marco, podría aconsejar de manera práctica dos de los diversos aspectos que debemos tomar en cuenta, el primer aspecto tiene que ver con, como desencadenar el proceso de evaluar y el segundo está relacionada al cierre o final de un subproceso que nos ayudará a valorar lo logrado para afinar la evaluación (este último para un siguiente artículo).
Teniendo claro éste marco, podría aconsejar de manera práctica dos de los diversos aspectos que debemos tomar en cuenta, el primer aspecto tiene que ver con, como desencadenar el proceso de evaluar y el segundo está relacionada al cierre o final de un subproceso que nos ayudará a valorar lo logrado para afinar la evaluación (este último para un siguiente artículo).
Para iniciar la evaluación de competencias debemos tener en cuenta que todo deviene luego de plantear “LA PREGUNTA CORRECTA”; no es fácil, por lo tanto requiere preparación, validación y evaluación así como imaginar en el diálogo qué impacto y consecuencia tendrá si planteamos una u otra pregunta, si es correcta pues ésta debe desencadenar la problematización o el inicio del conflicto positivo de la sesión.
Es por ello que siempre aconsejo que los maestros si algo deberían aprovechar en los tiempos libres es, ensayar “PREGUNTAS CORRECTAS”, siempre abrir la discusión con nuestros pares sobre posibles escenarios ayuda y en ese proceso identificaremos pistas que deberíamos evaluar, tanto en el cómo y el para qué.
Por ejemplo éste mes la mayoría de las escuelas públicas del Perú trabajan según el calendario cívico escolar, tres temas casi en común, el día de la bandera, el día del padre y el día del campesino, porque será que no se celebra la noche, solo el día, digo nomás. Por ejemplo reflexionar las noches del campesino, cuando todo oscurece y cuando la jornada haya terminado es muy interesante, averígüenlo.
Volviendo a nuestro ejemplo. Revisé varias sesiones de aprendizajes a inicio de éste mes, tanto de docentes de Moquegua como de docentes del Callao y vi con sorpresa que a pesar de las estructuras bien establecidas en las sesiones de aprendizaje, con tablas de competencias y capacidades consistentes e indicadores técnicamente bien escritas, incluso con buena planificación del proceso mismo de la sesión, éstos fallaban por que no se plantearon bien ni en el tiempo debido la PREGUNTA CORRECTA.
Por ejemplo para una sesión de aprendizaje de primaria leí preguntas “supuestamente motivantes” que decía:
¿Les gustaría conocer la historia de la bandera del Perú?
¿Quieren mucho o valoran mucho a sus padres?
¿Por qué es muy importante el día del campesino?
Estas preguntas no requieren una sesión de aprendizaje, pues son tan obvias que, lo que sucederá después son casi imperceptibles para el logro de competencias, no hay casi nada por evaluar ni reflexionar salvo si no nuestro interés es desarrollar contenidos.
Las respuestas obvias de los estudiantes hacia esas preguntas, irán quizás en las siguientes líneas de comprensión “si-no”, “mucho-poco”, “si es importante”.
Sugeriría tal vez plantear otras preguntas, más bien desafiantes, como por ejemplo:
¿Las banderas solo se utilizan para las guerras?
En el primer caso – ¿Les gustaría conocer la historia de la bandera del Perú?-, seguramente evaluaremos contenidos tales como datos históricos de la bandera, los tipos de bandera, autores de la bandera, en el mejor de los casos “corregiremos la creación” de cantos, poemas y otros artilugios para llenar los cuadernos de banderas, siii de muchas bandera; si es así, es posible que convirtamos nuestra sesión de aprendizaje en arma letal del aprendizaje, pues lograremos la centralidad de la bandera y como elemento complementario lo que piensa o crea nuestros alumnos. “Que viva la bandera”.
En el segundo caso – ¿Las banderas solo se utilizan para las guerras? – es posible que nuestros alumnos planteen repreguntas o lograremos que las dudas y confusiones se diseminen en el aula, pues pondremos en cuestión asuntos como, ¿por qué hasta la canción de la bandera es una marcha militar?, ¿por qué los héroes que conocemos en la historia del Perú en su mayoría son militares? y no contentos con ello son militares negligentes, osados y algunos hasta suicidas que tomaron la bandera antes de morir; de hecho algunos preguntarán ¿por qué no hay una bandera a lado de un héroe no militar?, ¿existen los héroes no militares?. La tarea del docente es poner en cuestión incluso la existencia de la bandera misma, si es necesario. Es decir, lograr saber que piensa el alumno del verdadero valor de una bandera más allá del simbolismo militar tradicionalmente asignado; tratemos de generar debate, como por ejemplo, reflexionen como la bandera puede sumar aunque “poquito” al fortalecimiento de nuestra identidad y como es usado también para escenarios de paz o lucha por algunos derechos fundamentales.
Ante tanto subprocesos es posible que nuestra sesión de aprendizaje se desborde, esa es la idea, pues lo que nos interesa no es que, nuestros alumnos “estén” obedientes a las instrucciones del docente o pasando el tiempo SOLOS dibujando o escribiendo, sino que la idea es lograr centrar sus energías a la explosión de curiosidades, discusiones y apasionamientos basados en sus respuestas y preguntas, así como argumentos que generen entre ellos, solo entonces es cuando podemos decir “que viva los alumnos que cuestionan la bandera”.
Alguna vez inicié mí sesión de aprendizaje preguntando a mis niños “¿QUÉ PASARÍA SI CAMBIAMOS DE COLOR A NUESTRA BANDERA, EL ROJO NO ME GUSTA”. Créame que lo que logré han sido frases y preguntas célebres que me ayudaron abrir debates intensos como:
“Si la bandera representa la libertad ¿por qué no tenemos la libertad de cambiar sus colores?”
“¿Porque la bandera de la paz es blanca?”
“¿existen banderas cuyo color rojo no signifique sangre?”
“¿Porque la bandera es rectángulo o triangulo y no circular?”
Por lo tanto, los niveles, formas y tiempos como responden a la PREGUNTA CORRECTA es una pista principal para la evaluación de competencias, pero no olvidemos generar a partir de la primera pregunta nuevas re preguntas, más interrogantes, no importa si se produce preguntas de lo más inverosímil todo ayuda para su posterior reflexión. Aprovechemos sus respuestas para desarrollar la capacidad innata de nuestros estudiantes para INDAGAR, al final el objetivo como país es que nuestra sesión de aprendizaje por el día de la bandera no es adorar a la bandera sino saber qué nos inspira la bandera y través de la curiosidad y rebeldía tal vez logremos que nuestros alumnos entiendan su valor simbólico relacionado a la libertad, identidad y más.
Es decir, una pregunta bien planteada y bien pensada nos ofrece mayores probabilidades para que nuestra sesión de aprendizaje encamine bien las dudas, las interrogantes y la creatividad, todo ello para potenciar la indagación presente o posterior.
Es decir, una pregunta bien planteada y bien pensada nos ofrece mayores probabilidades para que nuestra sesión de aprendizaje encamine bien las dudas, las interrogantes y la creatividad, todo ello para potenciar la indagación presente o posterior.
Es por ello que teniendo claro las competencias a lograr con sus respectivas PREGUNTAS CORRECTAS que lo hará vivir pedagógicamente, debo mirar luego la elección del instrumento o herramienta adecuada que nos ayudará a “cotejar” para apoyar la comprensión y el dialogo de y entre nuestros alumnos; cuidando siempre que los instrumentos no sea un “medidor” o “aglutinador de notas”.
Al final son los maestros de clase quienes determinan el logro de competencias, somos los únicos que garantizamos la objetividad, la gradualidad y nivel de cada uno de nuestros evaluados que jamás son los mismos y que siempre desborda a cualquier instrumento.
Por lo tanto evaluar por competencias es saber preguntar bien y mirar sistémicamente lo que sucede después.
...seguiremos

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