Mi Poeta
Ciertamente, un aprendiz de poeta como yo tiene la imperiosa obligación y/o necesidad de no ser feliz, si al mismo tiempo le agregamos un desvarío personal o adicciones crónicas pues nos encontraremos expuesto a nuestros atrevidos y a veces miserables post literarios y al poco tiempo uno llega a enamorarse de la tristeza para poder escribir. Pero que tu hija te lea su primera poesía, diciéndome que soy el mejor padre del mundo, sabiendo que no es verdad eso sí que es desafiante e intensamente poético, nos amamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario