El espíritu rebelde

Ayer sostuve un diálogo intenso con Julio Dagnino en su casa  en Surco a quien el “Che Guevara” lo menciona en su diario como "Sánchez"; su experiencia y su historia de vida me abre esperanzas reales para creer que si es posible potenciar y formar en los estudiantes la capacidad de luchar con y para la coherencia; esa debería ser la misión de la escuela del futuro, formar ciudadanos para construir revoluciones liberadoras urgentes.

La  experiencia histórica de Julio y su aprendizaje a través de la relación personal directa en el pasado con rebeldes reales como el Che Guevara, Javier Heraud y Juan Pablo Chang es invaluable para la historia reciente en el Perú, en la conversación con Julio encuentro pistas que me ayudan a comprender un poco mejor lo que llamamos "el espíritu rebelde". Solo los testimonios amicales como los que puede dar Julio nos puede dar luces de como un médico (Che), un poeta (Heraud) o un antropólogo en ciernes (Chang) se aventuren a dar la vida por sus ideales de manera consiente, persistente, e hiriente para si mismo pero dejando un legado imperecedero para las generaciones futuras.

Paradójicamente si hay algo que en estos rebeldes coinciden en sus características personales es la inmensa bondad y amor a la verdad, aunque es algo que me cuesta entender pero está claro que, quienes alguna vez se rebelaron, siempre su vida está asociada a “dar” solidariamente, no importa si el beneficio son para otros, la cuestión es dar la vida entera, todas las vidas todos los días por sus honorificas verdades.

En una entrevista el historiador Pablo Macera decía que: “Chang de todos los que entonces conocí que estudiaban en San Marcos, era el que daba una mayor impresión de bondad, mucha bondad”, ni que decir de Heraud que en una carta a su madre desde Cuba le escribe: “tú bien lo sabes, tú me criaste honrado, justo, amante de la verdad”.

Es posible que por esencia todos sin excepción seamos revolucionarios, los que pasa es que los diversos poderes en cada etapa de nuestras vidas nos sujetan y constriñen, a veces mortalmente. Conozco muchos rebeldes cuan difuntos viven conformes tragados por su zona de confort y cada día son más a pesar que las razones para rebelarse son mayores en éste mundo dramáticamente injusto.

La escuela de hoy aporta poco a la formación de éste espíritu rebelde, por lo tanto tampoco desarrolla la bondad como revestimiento de la pedagogía, tampoco se sujeta a la búsqueda de la verdad sino la adaptación de las verdades de otros. La vieja escuela generalizada trata como locos a quienes se atreven a ser ellos mismos, la obediencia es la  excelencia.

Hölderlin, un poeta que Javier Heraund amaba decía: “Este mundo se niega a reconocer a los puros”, según él, “quien ve las cosas como son puede partir sin lamentar lo que deja” esa es la clave para construir la nueva escuela que queremos, promover competencias como la autonomía para pensar distinto, indagar siempre, pero siempre, para comprender la verdad y rebelarse a cualquier tipo de poder homogeneizador.

P.D.
Por lo tanto, no me sorprende que la directora de la UGEL Cañete intente sancionar a un grupo de estudiantes de un colegio público por atreverse a crear escenarios de risa y alegría de manera libre, solo tomaron un bus viejo y fueron felices, sarcásticos y rebeldes a un programa de tv inaccesibles a ellos, ¿Cuál sería el argumento para sancionarlos? ¿Demasiada creatividad? ¿Demasiados libres?, solo es una maldita poda más de bellas alas en crecimiento.

Video sancionado:

https://www.youtube.com/watch?v=aP-C86Fq94U

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