
Ayer viví el Pagapu, que es conocido equivocadamente como ceremonia de la Hoja de Coca o pago u ofrenda a la Pachamama, los comuneros me explicaban que no se paga ni se ofrenda, esas palabras traducidas en quechua tienen otra connotación, el Pagapu mas bien tiene el objetivo de apropiar, comunicarse, recibir consejos y energía y no solo a la tierra sino a todo los que nos rodea, todo ello a través de la coca, de ahí la importancia de leer la hoja con otros ojos y mucha fe.
Maravilloso momento en una comunidad hermosa con personas autenticas, sencillas, alegres y sobre todo gente con muchas creencias y vinculo con la naturaleza.
Debo decir que el Pagapu se ha desvirtuado en muchos lugares, sobre todo por el auge turístico y la occidentalización que le ha añadido muchos elementos que en mi opinión lo desnaturaliza, he vivido esta ceremonia en Ancash(Sicsibamba), Cusco(Queros), Pasco(Tapuc), Junín(Cajas) y en Ayacucho(Socos) pero es en Huancavelica específicamente en las alturas de Paucara que creo se mantiene aun las raíces, se preserva tercamente el sentido y el espíritu de la mal llamada ceremonia, más bien es correcto decir rito de comunicación, tal vez por su lejanía y por su forma muy rudimentaria en Paucara los comuneros no permiten intromisión de símbolos o elementos ajenos a su cultura en el rito. No les contaré de que se trata, existe amplia información e investigación en internet (aunque muchas de ellas herradas) los invito más bien a internarse a una comunidad que no esté contaminada por el turismo mediático y puedan vivir de manera natural lo que significa el poder la Coca. Lo que sí puedo decirles es que, en algunas comunidades de Huancavelica se está rescatando el verdadero chacchachado milenario, primero se está quitando el uso de la cal, que fue añadido a la costumbre, según los comuneros recientemente y a cambio se está combinando la coca con el Sacha Inchic, más conocido como Stevia, endulza el chacchado y me parece que tiene mejor efecto para el frio, así mismo, los ritos son acompañados por la chicha de jora y no por la caña.
Antonio Díaz Villamil en 1920 recopilo una leyenda Aymarà sobre la coca, en síntesis nos dice que como producto de la violencia contra los indios de parte de los blancos (españoles), la Coca se convirtió en el lenguaje silencioso que conectaba a los dioses (Tierra, rio, sol y toda la naturaleza) a través de la coca se pedía que los dioses calmen las tristezas, el dolor, el cansancio…al final de la leyenda como visión al futuro se señala algo impresionante màs vigente que nunca, dice la leyenda: “…si el hombre blanco se atreve a tocar la Coca, la Coca va a ser un veneno para su cuerpo y le va a cocinar locura para su mente”.
Llevo para mi oficina estos tres elementos, la Coca, el Sacha Inchic y la Chica de Jora, para ver si se puede compartir, por lo menos una vez por mes, el Pagapu, después de todo educar no es otra cosa que fortalecer vuestra identidad con los que nos rodea.
El FONDEP cuenta con dos profesionales originarios ( Juanjo Yupanqui yYuri Gallegos Saldivar ) que nos ayudarán seguramente a comprender mejor cuanto debemos a la naturaleza que nos rodea cada menos en San Borja.
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