Creemos firmemente que no solo la mejora de la Infraestructura y aumento de sueldos a los docentes garantizan la mejora del desempeño y el aprendizaje, el mundo actual necesita, ademàs, docentes que apuesten por la mejora continua, la creación, autoevaluación, autoformación, pero sobre todo docentes investigadores por vocación.
La experiencia internacional nos ha demostrado que con núcleos locales de innovación articulados a la sociedad civil se logra el reconocimiento social del innovador, es importante también dar el salto, pasar de los monótonos concursos de innovaciones centralistas a sistemas descentralizados y diversificados de estímulos, que no solo premie al individuo sino a la Escuela, al colectivo, a la comunidad educativa, pero sobre todo que logre financiar con alianzas procesos innovadores para sus sostenibilidad.
De manera que no importa desde que oficina se lidere ni que nombre le asignen, el movimiento seguirá creciendo, los núcleos de innovación seguirán instalándose y los reconocimientos de las regiones a sus innovadores será una realidad en el futuro.
El movimiento no es del FONDEP, pertenece a los maestros y a los 50 caminantes de las 25 regiones que hemos acompañado apasionadamente, ellos sin duda son los futuros líderes innovadores de sus regiones. El gran activo del FONDEP será ahora un motor del Ministerio de Educación, como debe ser, los caminantes no solo se multiplicarán por iniciativa propia de las regiones sino que se convertirán en sembradores históricos de esa cultura innovadora que necesitamos para dinamizar la revolución educativa, estamos esperanzados que las aspiraciones del Proyecto Educativo Nacional aun es posible.
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