Me siento loco

Hoy amanecida...momento preciso cuando la matemáticas me enamoran resolviendo el análisis complejo de la realidad, cálculos dichosos, resultados a veces nefastos a veces apasionantes, tejer con el hilo de las lógicas perfectas de una diferencial o raíz es como llegar al sexo valorando mejor el previo que el acto en sí. Saborear el proceso y la exactitud de cada ecuación es como ir de la mano de un artista inefable que te lee su poesía en el mismo lugar de inspiración; hasta los errores son balas de aprendizaje. Que seria si una "x" representara a un maestro y la "y" el nivel de su vocación, cuantas ecuaciones imposibles estaríamos tratando de resolver inútilmente con políticas infinitamente estúpidas.

Si tenemos un maestro sin vocación no hay política que valga, la ecuación siempre será negativo, pero un maestro con algo de vocación cualquier variable suma y la ecuación siempre nos dará positivo. Me pregunto para que tantas letras si los números lo dicen casi todo.

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